ASTILLAS
Quien no quisiera ser completamente feliz
y en solo trece paginas resumir
el agasajo de toda una vida
guardando en silencio fatuo sus ruegos
a dioses e invisibles padres tutelares
Todos somos recién llegados
a la hora de mostrar victorias
ante el dolor y la avaricia
por que avaros somos de amores y cariños
aunque nos resulte sano mostrar una cara diferente
La partitura de cada día
es siempre afable a la hora de juzgarnos
nuestros despilfarros de egoísta emoción
Un tejido indefenso de recuerdos cariñosos
y en solo trece paginas resumir
el agasajo de toda una vida
guardando en silencio fatuo sus ruegos
a dioses e invisibles padres tutelares
Todos somos recién llegados
a la hora de mostrar victorias
ante el dolor y la avaricia
por que avaros somos de amores y cariños
aunque nos resulte sano mostrar una cara diferente
La partitura de cada día
es siempre afable a la hora de juzgarnos
nuestros despilfarros de egoísta emoción
Un tejido indefenso de recuerdos cariñosos
nos ata y nos consuela
La epifanía dominguera
de la familia reunida nos reconforta
a veces
Pero los ataúdes vacíos
de amores no resueltos
o mal entregados
o incluso desperdiciados
nos dejan ese olor a astilla
ese manojo de flores secas
ese cofre de cartas nunca escritas
El recuerdo de la higuera
y yo escondido en su follaje
con siete años de sueños en el cuerpo
me recuerdan esa soledad
que no se va nunca de una parte
oscura del corazón
Por que no fue un naranjo?
o una higuera resuelta
quizás así hubiera sido algo diferente
desaforado recuerdo esa angustia
esa soledad incrustada
ese oscuro beso
procedente de un desconocido viejo en mi interior
El jardín de memorias
con este viejo amigo
tan cercano como mi piel o mi sangre
me deja siempre al filo de las letras que escribo
las aristas de sus contenidos indescifrables
me llevan a ese mundo
de perfil rotundo
de palabras sin muelles
de voces de ventisquero estallando en su caída al mar
el amanuense que soy
queda en este silencio valorado
en este barco que encalla siempre
y que a faltas y prisas
desciende
al mismo beso oculto
a mismo terciopelo ausente
de esa caricia que no llega
de ese afán
que no termina
La epifanía dominguera
de la familia reunida nos reconforta
a veces
Pero los ataúdes vacíos
de amores no resueltos
o mal entregados
o incluso desperdiciados
nos dejan ese olor a astilla
ese manojo de flores secas
ese cofre de cartas nunca escritas
El recuerdo de la higuera
y yo escondido en su follaje
con siete años de sueños en el cuerpo
me recuerdan esa soledad
que no se va nunca de una parte
oscura del corazón
Por que no fue un naranjo?
o una higuera resuelta
quizás así hubiera sido algo diferente
desaforado recuerdo esa angustia
esa soledad incrustada
ese oscuro beso
procedente de un desconocido viejo en mi interior
El jardín de memorias
con este viejo amigo
tan cercano como mi piel o mi sangre
me deja siempre al filo de las letras que escribo
las aristas de sus contenidos indescifrables
me llevan a ese mundo
de perfil rotundo
de palabras sin muelles
de voces de ventisquero estallando en su caída al mar
el amanuense que soy
queda en este silencio valorado
en este barco que encalla siempre
y que a faltas y prisas
desciende
al mismo beso oculto
a mismo terciopelo ausente
de esa caricia que no llega
de ese afán
que no termina